Me he pasado la vida tratando de descubrir los misterios del arte de volar,
he buscado hacerlo con una sábana de mi mamá, cuando era niña,
con los pañuelos que usaba mi abuela sujetos al cuello,
con los manteles cuando salía a sacudir las migas,
con las hojas de carpeta al salir de la escuela,
pegándome a los labios de un hombre,
haciéndome una con su carne, con su alma,
y sí, siempre estuve volando.
Volé al pasado,
al futuro,
muchas veces al fondo del mar,
a las estrellas,
a los pensamientos,
a los confines de la eternidad...
Pensaba:
\"Si las aves vuelan, si las hojas de los árboles vuelan,
si las palabras vuelan, si los pensamientos vuelan,
¿cómo es posible que el Ser Humano no ha descubierto todavía
el Arte de volar?\"
y... una vez escuché a un poeta que no podía perdonar a mujer que no supiera volar...
y tuve miedo.
Otra vez escuché a un científico que los huesos de los seres humanos son muy sólidos,
no tienen cámaras de aire...
y dudé de poder volar.
Otra vez, alguien, sin forma ni color, sin voz, me hizo saber que
Nada, ni Nadie podía impedirme volar
porque el vuelo, es cualidad indiscutible de la esencia del Ser Humano
y salté al vacío...
CarLeo