Rafael Parra Barrios

El grito de la distancia...

 

 

Agigantas de amor

mi diminuto cuerpo,

que recibe la paz

de tu distancia.

Escucho palabras,

nacidas de tu ser,

siento tu  mirada,

ausente desde ayer. 

El grito del silencio, 

relincha en mi alma,

el hijo que está lejos,

galopa en mi cama.

Mi sueño despierto!

Sin verte, te veo;

sin estar, estás;

sin hablar, te oigo,

tus motivos, añoro.

De vez en cuando

escucho tu voz;

en el chinchorro,

al atardecer,

susurras,

me estremeces.

Eres tú, hijo,

estás presente,

con amor,

y esplendor, 

avivando mi ser,

con tu bendición,

en mi vaivén,

en el corredor.

Estás y te vas.

Aun así,

percibo tus pasos,

cargo tu aroma,

y tu existir avizoro.