Letonian

Anecdota con denotaciĆ³n de Fantasia

 

... y en medio de la penumbra vi una silueta que se acercaba a mi, y en ella se distinguian las curvas de una dama, una cinturita acompañada de unos pechos tan hermosos, y una cadera que me hacia delirar.

 

De pronto la tenia en frente, mire sus ojos profundamente, oscuros como aquella noche, y de la nada, comencé a sentir el roce de sus manos por mi abdomen, y poco a poco subian hasta mi pecho, tocando cada lugar sensible que podia encontrar.

 

En un instante, sin darme cuenta, tenia sus brazos abrazando mi cuello, sus labios tocaban mi barbilla insitandome a responder las caricias. Posé las llemas de mis manos sobre aquel rostro angelical que me miraba fijamente. Estaba congelado, no sabia que hacer, mi cuerpo comenzaba a moverse sin que yo pudiece controlarlo, me inclinaba mas y mas hacia ella, llegando a un punto donde nuestros labios rozaban con su aliento al otro, era inevitable...

 

Una oscura noche de otoño, a las once con cincuenta y ocho minutos, vi una silueta acercarse, vestida de negro y con un andar tan erotico, ensimosa y con un jadeo tan violento, se presento ante mi como una desconocida, me tomó la mano y arrastro a un edificio, estando dentro de una de las habitaciones, me despojo de la ropa y comenzo a tentarme, con una lujuria y una ansiedad, que se sentia venir un desastre.

 

Pasada la primer hora del dia siguiente, ella se vistió y emprendió la huida, dejandome a mi soló con una cajetilla de cigarrillos y con ganas de mas, ella ya no aguanto.

 

Dos suertes se presentaron ante mi con una idea distinta, y a pesar que la segunda me dio un sexo tan apasionado y placentero, no se compara con la suavidad de la dama del primer día, con un tacto tan gentil que con solo el roce de sus manos logro hacerme sentir tan dichoso y satisfecho, que quisiera volver a encontrar.

 

Ninguno de los nombres fueron mencionados, por lo que todo quedará en una anecdota con denotación de fantasia.