Dayana Peñafiel

No me quieres...

Tu no me quieres, y nunca lo harás...

Que cómo lo sé?

Simple, porque te conozco y mucho,  y te conozco porque te observo, cada movimiento, cada gesto, todo, y te observo porque me gustas, no te imaginas cuánto, y me gustas porque te conozco.


Lo sé, es un círculo vicioso del que no puedo salir, el que está día a día en mi cabeza, haciendo temblar mis piernas cada vez que te veo, cada vez que te siento cerca.


Cuando me sonríes, cuando me miras y sonríes, cuando te acercas a mí, me abrazas y sonríes.


Parece que no te cansas de sonreír, pero ese pequeño detalle me encanta, no, me enamora cada vez más de ti, tu forma de vivir feliz, a tu manera, con tus reglas, con tu hermosa manera de ser.


Cuando miro tu espalda alejarse, un caos ocurre dentro de cada centímetro de mi ser.


Si tan solo pudiera decírtelo, si tan solo te asomaras un segundo a todo lo que siento, si tuviera el valor de decirte todo lo que hay dentro de mi...


Si tan solo lo hiciera, no sentiría morir cada noche sin ti o cada vez que hablas de alguien, y ese alguien no soy yo...


Tan solo así podría saber lo que pasará, si nunca me querrás o si un poco de esperanza habrá...