Jose Adolfo

Incertidumbres

Invisibles

ellas

quedaron a borde de los labios  

 

Trémulas agotan

 vacíos de ausencia

 

Las miradas

huyen desde sus techos rojos

llevan el alba a cuestas

se apagan en la infinita huella que nos agita

 

Su corriente

horada los recuerdos

 

Desde la plaza mayor

se presintió la despedida

 

Estridentes

los relámpagos

quedaron en la soledad

ya no hay perros que le ladren al silencio

 

En plácidos atardeceres

las cenizas arañan noches

sin final