Devitson

INERTES

 

He de contemplarte prima

ataviada de fulgores,

panacea que alivia el dolor...

 

No cesan mis ventrículas

el llanto quebranto de mi ser,

!He¡ hesitado mi existencia y venerado el óbito...

 

Eternas en su risa 

se muestran las piedras inertes,

¡Que envidia!