Siento en la piel esa brisa
 que antes del alba pasea
 brisa que trae tu sonrisa
 y en la memoria se queda.
Se va elevando la niebla
 que cubre el campo surcado
 la vega es verde pañuelo 
 de lágrimas salpicado.
Dormitan espesas nubes
 detrás de la cordillera
 débiles rayos en lucha
 por romper esa barrera.
El campo se despereza
 Y todo recobra vida
 saluda el búho en la rama
 corre el agua cristalina.
Llena el café carretero
 con su aroma  la llanura
 farolillos cual luciérnagas
 van despidiendo la luna.
Estampa que se hace añeja
 en un eterno esperar;
y si regresas un día
 sabes donde suelo estar.
El amor no admite rejas, 
 no lo apresa un documento
 es libre, esencia y alma
 su mensajero es el viento.