andrea barbaranelli

El futuro puede ser aún peor

Vendrá el invierno y temblaremos de frío,

el frío nos morderá los huesos;

nos empujarán hacia atrás, hacia la época

de nuestra antigua infancia de guerra, en la que

los dientes chocaban por el frío y las manos

estaban lívidas de sabañones, la marca de la pobreza

que nos obligaba a ahorrar el pan, el fuego,

la ropa de lana, los zapatos.

Seremos pobres otra vez, en el frío.

La humedad de la tierra nos calará los huesos

sin carne, en el frio de la tierra,

de la humilde tierra, apenas cubierta

por una capa de nieve, tan fina

que no abriga y no guarda hasta el verano

el calor para las semillas sembradas en otoño.