Lucia Lopez de Barrera

Alegre amanecer.

Sentado bajo el sol naciente

junto a flores claras de rocío

la hierba resplandeciente

 el calor rompiendo el frío;

la noche huye del día,

silenciosamente se retira

corriendo va a la lejanía

donde ya nadie la mira.

Los árboles cobran vida,

los pájaros alegres pían,

llaman al alma dormida

de los que al fin aspiran.

Y el color de mil pétalos

bajo la dulce luz del alba

descubren mil de tesoros

donde antes había Nada.

Todo ha cambiado ahora

pasada la noche sombría

solo existe la risa sonora

del que recuerda la alegría.