Jose Luis Santiago

Y DESAPARECIO

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La luz de un candil

que guiaba a las almas

en su oscuro vivir

desapareció

no la quisieron seguir

 

la humildad gentil

que en sinceras palabras

a los egos tuvo que herir

desapareció

no la quisieron oír

 

la amistad sutil

mansa y educada

con la gente infeliz

desapareció

no la quisieron recibir.

 

Y desapareciendo

su luz fue dando

a sinceros humanos

del orgullo apartados

porque han sufrido

y la vida han encontrado

siendo bienaventurados

haciéndose de Dios siervos

sirviendo a Dios amando

y sus mandatos cumpliendo


Y desapareciendo

la luz de la vela

sencilla y serena

sintió mucha pena

por las orgullosas almas

que solas se condenan

y así oro por ellas:

mi Señor, luz eterna

por compasión perdónalas

su confusión las ciega

sin poder ver el amor que das

sin causa y por piedad

que es el sagrado pilar

de la espiritualidad verdadera.

 

Que cristo nos enseño

si tu hermano peca repréndelo

si te pide perdón perdónalo

y a tu enemigo ámalo

y si te maldicen bendícelos

y haz bien al que te aborrece

y ora por el que te persiguió

para que seáis perfectos

como el padre que esta en los cielos

que con su sol da luz a malos y buenos

que hace llover sobre justos e injustos

porque si amáis a los que os aman

¿que hacéis vosotros de mas?.

 

Y desapareciendo

las luciérnagas orgullosas

envidiosas y malvadas

de la luz serena se mofaban

sin ver que el sol se levantaba

y su tenue luz  se apagaba

y con su calor las abrasaba.