Esteban Mario Couceyro

Barullo de pájaros

Recuerdo

el aire diáfano, en las sierras

en ese día de amor, que tuvimos.

 

Cuántos pensamientos

llevaba mi alma en las manos.

 

Qué cielos vi en tus ojos

y la incógnita de esos labios.

 

En la mañana serena

el aire puro

y un sol apenas tibio.

 

Estabas sentada

a mi lado

con los puños apretados

en la nada.

 

Solos muy solos

temía romper la belleza

las sierras lilas

el rumor del agua contra las piedras.

 

El aire tibio

apenas se movía

cuando un barullo de pájaros

decidió que te besara.