Hugo Emilio Ocanto

*** Una pausa... *** - Relato - - Autor e intérprete: Hugo Emilio Ocanto - - Grabado -

Una pausa...

 

En realidad, ella es debido a muchas tensiones. Momentos de expectativas. Ansiados momentos de superación. Tratar de lograr una perfección que no logro tener. Tendría que conformarme pensando que no todos somos perfectos en la vida. Consciente de que mucha gente logra gran parte de su perfección. ¿En qué? En sabiduría, en amistad, en amor, en saber expresar a través de textos y formas. Mi sabiduría es escasa. En amistad, me entrego a ella como cuando hago el amor. En forma total y ferviente, como mi cuerpo y mis años me lo permiten... Pero percibo que todo lo que ansío, no puede estar servido en bandeja de plata porque yo pudiese pretender. Todos tenemos ilusiones en la vida. Vivir con ilusión es bueno. Trato de exigir, pero a mí mismo. A veces lo logro, otras, fracaso. No soy un erudito en palabras. Pero me considero un hombre con total y absoluto sentimientos. Aunque a veces se piense que pretendo exigir a los demás mucho más de lo que me puedan otorgar. Recibir de la verdadera amistad, lo que yo pudiese entregar de la mía.

A veces pienso que se me usa, y después se me da una patada... por misión cumplida. Tendría que ser más explícito al respecto. Pero aquí lo dejo. Estos últimos días he sentido muchas penas acumuladas por lo que en el mundo está sucediendo. No soy el único. Todo el mundo está apenado. Tormentas, huracanes, parte del mundo destruido porque la Natura está enojada.

Muchas cosas se han acumulado en mi vida, para llegar a un estado de salud con elevada presión arterial. La presión se puede controlar con una acertada medicación, y tratar de evitar las tensiones. \"Usted es un hombre muy sensible\", me dijo el médico. Tuve ganas de regalar un chocolate... ¡Claro que soy sensible! Tremenda y total sensibilidad existe en mí. Habiéndose agregado muertes de vecinos. Y algo que ha influído en mis últimas semanas. En la misma manzana de casa están construyendo tres edificios, de cinco, siete y doce pisos. Trabajan desde las siete de la mañana hasta las cinco de la tarde. Ya a las siete, por sus ruidos, el vecindario tenemos que cortar dormir. A la hora de la siesta, cancelar; sólo descansar... hasta que finalicen las obras dentro de un par de años... si es que llego con vida... Una pausa. Caminar, hacer diligencias, apaciguar, curar, serenar, meditar... reflexiones certeras, tratando no ofender, y aceptar... Tratar de soportar las catástrofes que se leen en los diarios, las que se ven en televisión... Y rezar, mucho... Por los que sufren... y aceptar que hay seres que están en desgracia, mayor a la que estoy pasando yo. Quiero volver sereno y calmo. El doctor me sugirió abandonase por unos días el portal. Lo he hecho. Una pausa, por mi recuperación. Para volver y cumplir con los poetas que he prometido estar en sus letras. Trataré de hacer lo que pueda y esté a mi alcance. No he de estar tantas horas delante de computadora. Y ustedes, mis amigas, amigos, sabrán comprender. Una muy breve pausa, para volver a estar junto a ustedes, aquí, en POEMAS DEL ALMA...

 

Hugo Emilio Ocanto

13/10/2017

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