Hija del mar

7 de Octubre

 

De repente...
una densa e inesperada niebla
cubrió aquel maravilloso lugar
donde amaba estar,
tan espesa y oscura
que no le permitía ver
a más de dos palmos,
se sentía perdida
a la vez que la invadía
la incertidumbre,
la incomprensión,
la pena y una profunda melancolía,
y un frío devastador
le caló hasta los huesos,
el alma...
Todo se oscureció,
el cielo lloró
el mar,
perdió su brillo, su aroma...
y desconocida y aterradora
sintió hasta la melodía
de las olas...

Pero de repente...
aquel hermoso cielo
recuperó su color,
un azul limpio, esperanzador,...
y se hizo la luz,
el mar recuperó su calma
y su fragancia embriagadora,
brillaba como el sol,
que aprovechó
para reflejar su luz,
haciéndolo parecer de plata,
incluso los delfines bailaban,
parecía que jugaban,
celebrando la alegría
que todos los presentes
testigos de aquel espectáculo
de día allí se encontraban...

Como por arte de magia,
se dio cuenta
que ya no era 7 de octubre de 2.016,
sino 7 de octubre de 2.017...
y despertó a la vida...