Marlon A. Toro

Intento de amar

 

Oh, ángeles de la buenaventura,
decidme por qué, pese a esfuerzos
idílicos, no nace el amor bueno,
sin lograr soñar con alguna musa.

Les imploro, díganme  cómo soñar
con los incomprensibles laberintos
que los desgraciados ven como mitos,
donde se logra la dicha formar.

Ofrendas he brindado a Afrodita
en búsqueda y ruego de estrellas
de aquella resurrección bella
llamada amor. Y veo nunca será mía

Y todos mis intentos son banales,
pues no consigo hallar la luz
y el cielo sigue igual, solo y azul.
Mi corazón jamás reanimaré.

Cuánto más debe mi ser otorgar
para que ella por fin me acompañe
en mis grises y miserables viajes.
Porque mucho he deseado brindar.

Y sin embargo, ninguna persona
viene a apreciar mi olvidado jardín
y ello me hace creer que llegué al fin
de las utopías; pues quedaron solas.

Mucho he bregado por el amor,
pero ella no me comparte sus ojos.
Los veo y solo se refleja el congojo,
sin que ella me dé de su color.

Mis pensamientos su rostro ornamenta,
pero sé que en ella no me reflejo.
Podré incluso hallarla en los espejos;
mas mi alma en sus sueños no se desvela.

No sé qué más hacer para seguir.
Quizás lo mejor sea renunciar
a creer que ella, como yo, me amará
y del onírico amor prescindir.