WalterFrancisco

Presencia I

 

Por un momento
Mi casa se ha quedado sola.

Sus ojos 
Como radas de luz iridiscente
Se lamentan del musgo y el invierno.
Su oído como el ámbito del polvo
Escucha a los insectos henchirse de su savia.
Su tacto omnipresente en el silencio
Sondea los cristales de fotos y alacenas.

Mi casa
Da un respiro en nuestra ausencia.
Levanta las cortinas 
Y observa el clamor de las copas de los arboles
Obsecuentes al viento y a la lluvia.
Cuenta los intervalos de sombras
Que la surcan
Esperando se trate de alguno de nosotros.

Mi casa en sus cimientos
Resguarda la ceniza de la espera
Para murmurarnos por la noche sus secretos
Cuando todos hallamos regresado.