El Hombre de la Rosa

¡¡¡ ROMANCE DE CÓRDOBA A GAHETE ¡¡¡

 

 

¡¡¡ ROMANCE DE CÓRDOBA A GAHETE ¡¡¡

 

*** Versos de la Rosa***

 

Gahete que es una Villa,

de esa serrana comarca.

 

Sotomayor es un Conde,

sobre esa tierra ganada.

 

 La que crearon los moros,

 con torres de una atalaya.

 

La que gano con espada,

Sebastián de Belalcázar.

 

El Monasterio de monjes,

con la torre más gallarda.

 

Emporio de una riqueza,

de Zúñiga y de su Patria.

 

Que en su seno se dormía,

en la paz de sus murallas.

 

Llega con nubes de polvo,

dejando trás nube blanca.

 

Que las fuentes del pilar,

a esa vista borra y tapa.

 

Un jinete con mensajes,

monta una preciosa jaca.

 

 

Cuyo hijar la espuela raja,

y a quien da el látigo alas.

 

Su rostro como de ocre,

sus ojos como de brasa.

 

 

Demuestra el mensajero

de peligros y desgracias.

 

En tan corto tiempo trae,

letras de tal importancia.

 

Temores tan clamorosos,

son las terribles palabras.

 

En Gahete todo se altera,

en su castillo hay alarma.

 

Y este tranquilo Gahete

el parte en rayo cambia.

 

 

Alarma y clamor avivan

esa antes sensata casa.

 

Agitan al pueblo entero,

 entre las calles y plazas.

 

Plebeyos nobles y ediles

juntan a gente de armas.

 

El zapatero y pastores 

boticarios y las damas.

 

Saca las artes de guerra,

donde sólo sirven armas.

 

No tienen ya otro interés,

ya no hay lios en la casa.

 

Ya sólo queda un deseo,

el grito de su venganza.

 

Mesón y la vieja Iglesia,

herrero y humilde casa.

 

Se torna alma de hierro,

donde sólo viven armas.

 

En el castillo del pueblo,

donde se alista la masa.

 

Ganchos, estevas y cirios,

hierros, báculos y varas.

 

Se vuelven con la aguja,

para herir como espada.

 

En guerras todo termina,

de ese rezo sin plegaria.

 

En la lucha se concluyen,

con arma duras palabras.

 

 

Vamos a matar los moros,

proclama su fiera audacia.

 

Una gleba de muchachos,

Con sus espadas de caña.

 

Vamos a matar mil moros,

dice el anciano en la plaza.

 

Con la cachava en la mano,

con el siglo a las espaldas.

 

Vamos a sangrar al moro,

grita un joven en su jaca.

 

Dando giros con la potra,

blandiendo la vieja lanza.

 

De la torre de su Iglesia,

la escandalosa campana.

 

Con son del eterno bronce,

cuyo son seis leguas anda.

 

 Que a la tronada silencía,

y al relámpago acobarda.

 

 

Hay que poner lo sagrado

 a guerra convocar llaman.

 

De esta tierra Córdobesa,

a Gahete que es Serrana.

 

Autor:

Críspulo Cortés Cortés.

El Hombre de la Rosa

9 de octubre del 2017