Daniel Ernesto Salcedo Flores

LA MODELO

La modelo

Si, te arrastras y controlas sus almas, ellos estaban más inspirados que nunca, no se cansaban, cada instante su  talento aumentaba, ella lo disfrutaba, lo amaba, y no se percataba que se debilitaba, se acostumbraba a la quietud de las luces,  a una languidez que la acercaba a la muerte; pero se sentía más viva que nunca, y pasaba semanas enteras en ese delirio,  perdiendo energía, perdiendo la vida, y luego de innumerables días, la obra estaba terminada, cuanta perfección para los ojos humanos, es como si hubieran podido capturar la vida; pero ella estaba tan pálida, estaba muerta en el tiempo humano. Habías ganado una batalla más.