Recuerdo recordar el velo de amor que presenciaron mis pupilas cuando los martillos de los ideales ya no resonaban entre mi mundo.
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Pieles recordando la severa crueldad,
que piden exilio
sin ser resaltadas
por el odio, por el ideal.
Al precio de quiebres
que sollozan entre el escándalo
de una sociedad reprimida
infestada, nefasta de cobardía.
La misma humanidad,
su aura va deshumanizando
entre tanta burla esclava,
entre la propia mente acallada.
La existencia fúnebre
que fue capaz de inventar
el poder de un ser humano
hacia otro;
¿Acaso se paró a pensar,
en lo que eso nos convertiría?
Y es que, eso somos;
una rebelión de libres proverbios
que deben ser unidos, sino hermanos,
almas unidas, sonrientes prados.
Si el viento, o el mar,
apenas días arrebatados,
reunieran todas esas ráfagas de pensamientos
heridos, cansados.
Ahora exprime cada corazón,
que se encierra en una superficial coraza.
¿Acaso no son iguales?
¿Acaso no parten de la misma base?
Pálpitos de sombrío suspiro,
que silencioso, lucha
entre las paredes
que mecen el destino.
Esencial, pues, es la vida,
el sentir, el pensar,
que juntos, junto a la paz,
desde el corazón libre
el mundo podemos cambiar.
Más allá de las leyes, de la política; recordemos que somos humanidad.
-AMS.