WalterFrancisco

Luz en la cortina

Luz en la cortina

La tarde es un perro al otro lado del cristal
Con un charco de luz en el hocico.

Con su cálida lengua
Viene a lamer la herida en mi ventana
Viene a impregnar su vaho sobre el vidrio
Su cansino bostezo en mi reflejo.

Una luz estancada en la persiana
Revela el polvo 
Guía a los sabuesos
Allí donde se oculta la memoria.

Como indistinta sombra
La tarde se agiganta.
Y el recuerdo exhumado por los canes
Se lía en sus finas hebras
Como una telaraña.
Como un musgo de culpas
Y dulces florescencias
De tardes olvidadas.

La tarde cuyo único movimiento 
No nos permite nada
Con su único reflejo
Nos manda sus sabuesos
Para desenterrar nuestros recuerdos
Y sumirnos en la nada.