La luz que habita en ti tiene una puerta.
Es el arco de Diana, a ti otorgado.
Y por esta puerta, el cielo estrellado
se dibuja en mi corazón de pena.
Se dibuja el cielo por la luna ésa.
Se dibuja para no ser borrado.
La luz que habita en ti tiene domados
los males que producen mi tristeza.
Es que mi alma al contemplar tu sonrisa
se alegra mucho. La luz ha llegado.
Le das alas a mi existir cansado.
Por tu sonrisa conviertes en día
la noche que llegó por mi pasado.
Ya sin ti no vivo. Me siento extraño.