Raul Gonzaga

Encuentro repentino

 

Dos soles la decoraban,
Un arcoiris bajo el cielo,
Un aura plena de anhelo
Rojo y oro la pintaban;

Mil rayos la coronaban
Y su andar era ligero,
Más que andar era un vuelo:
Serafines la cargaban;

Un arpegio celestial,
Se escuchó como divino,
Bello coro angelical

Iluminó mi camino; 
Parecía algo irreal,
Ese encuentro repentino…