Alberto Escobar

A contracorriente

 

Si sigues todas las reglas te
pierdes toda la diversión.
K.Hepburn

 

 

 


¡Dame reglas, tú dame reglas
para vivir el placer de desdeñarlas!

Vísteme con un corsé que me impida
el movimiento, hasta el pensamiento,
que me darás sin querer el descanso
que sigue a rajarlo con toda el ansia.

Exhórtame que debo ser un chico bueno,
que debo acompañar a mis hermanas
ovejunas por la vereda ya trazada, que
si no me castigará Dios, ¿Qué Dios ni qué
niño muerto?
Hazlo por favor con toda tu mala saña, para
gozar el orgasmo de hacer justamente lo
contrario.

El demonio que tu me achuchas no me da
miedo, es amigo desde hace largo trecho
de mi camino, ya me senté con él y le he
llegado a entender no sabes cómo.

¡Dame reglas, dame cadenas, dame
esposas para mis muñecas y grilletes
para mis tobillos! Por favor hazloooo.
No tengo la culpa de acostumbrarme
a que mi adrenalina corra gozosa por
mis venas solo si tu, vida mía, me pones
tachuelas en el asfalto para que pinche.

Te debo la vida, destino mío, pasado
que te vuelves presente con los años.

Gracias por hacerme difícil lo fácil.