Danielzenke

MiƩrcoles de ceniza

En cada lunar tienes un poema

y un acantilado en cada curva de tu cuerpo,

por el que se precipitan mis ojos cada vez que te observo.

Sé que es muy cursi y que alguien lo habrá escrito

en la piel de un estornino.

Pero también lo es decir que las mariposas vuelan

para poder beber de tu sonrisa.

Y vale, de acuerdo, no puedo remediarlo;

siempre me dices que le haga un torniquete a mis poemas

para que no se desangre mi romanticismo,

que no debo enamorarme de las nubes,

- de esas que se quedan a solas con el cielo

y esconden detrás la estela de algún cometa -

pero acabo olvidándolo al ver que tu corazón,

de vez en cuando, lleva el cartel de \"se traspasa\"

y mi cuenta de besos está en números rojos.

 

En fin, pensar que cuanto te marches,

estos solitarios versos,

aparecerán mal apagados en un cenicero.