alejandro fozar

IV La caza, debido a H.M.

Que ardor fraguó el acero de tus arpones?

El leviatan es tu destino,

la proa divisa clava otro saliente,

gavias hinchadas como vientres prometen,

la quilla estría el agua firme,

donde alumbrará el aceite almacenado

lo que quede de tu cuerpo.

Su giba es de luna,

tu doblón de oro

y los mares testigos.

El infiel ladino espera acometer

contra la fragilidad aparente

y que la marmona se desolle 

hasta tensarse y emerja herida,

la muerte.