Ariello

El conjuro de la montaña (Regresivo)

 

 

 

En la alfombra del valle que verdea

el jirón de una nube allí refresca,

esperando allá está cuando aparezca

el fundido cristal que serpentea.

 

Ilumina la aurora aquella aldea,

con el alma sedienta de agua fresca

un momento después de que amanezca

una garza, en el agua se recrea.

 

Mientras abre la aurora su ventana

al tras luz del cristal límpido y puro

que de luz se revienta en la mañana,

 

de ese acuifero fresco yo me apuro

a beber justo al pie de la montaña

y a sentir en mi entraña su conjuro.