Daniel Ernesto Salcedo Flores

TIEMPO DISCONTINUO

TIEMPO DISCONTINUO

Somos como pulsos, es decir existimos y no existimos, como la luz de un foco que un niño prende y apaga, como las dudas de una niña cuando deshoja margaritas.

También me pregunto, ¿Qué hay cuando no existimos?, de repente los maestros dirán la materia oscura, o los artistas imaginaran mundos nuevos, un amigo me dijo que un ser querido que lo visitaba por las noches, un joven supuso espíritus buenos y malos, una niña, que nosotros, cuando acabamos de morir y no nos damos cuenta.

Solo sé que somos como pulsos, es decir existimos y no existimos.