Diego Nicolás García Contreras

Se siente

Un cisne desnucado debo ver

Para arrancarme de la inóspita

Carcel en la que crujen

Mis huesos a la redonda

Mesa mientras no vivo

Ni disfruto mis ceremonias

Vacías de coraje

Punto aparte he seguido

Decidiendo poco

Mientras me enfermo

Habitan en mi rugidos

Poderosos infimos nidos

De sierpies mal llegadas

Infinitas mis plegarias

En el mundo de mi labia

Existen infractores

Que castigan mi errabundo

Sonido de flagelo

Desde mi craneo hasta mi garganta

Equivocandose en la entrega

Posponiendo sus letras

Para sus noches pequeñas

Aventuras entre corales

Desconectados túneles

Precipitame por los umbrales

Irresolutos de tus lugubres

Sinfonias desgarradoras

Aterrando mi cabeza

Y en el centro de mi pecho

Mi mi alma grita sin modales

Y se come la insistencia

De mi conducta peligrosa

Mientras el día solloza

Salvame de este humo

Que intoxica mis ideas

No me dejes morir en sinagogas

Llevame a las aldeas

A los pueblos en que el fuego

Mece pupilas satisfechas

Y endereza mi rumbo

Hacia la mano de hermosura

A la excelencia que perdura entre el viento

Y cúrame con flores

Esta primavera

Amén