Guerrero Joseph

III

Si bien es cierto lo que pienso: jamas había observado desde el corazón -tal vez nunca e amado- mas a vos te vi, y mi voz temió al oír del alma tuya una puñeta da de esencia mágica salpicar el zalamero éter. Cual catéter fundido en piel te llevo en mi recuerdo, en todos los segundos caminados y en la caligíne luminosa de la orbe. tan ciertas esas palabras como aceptar que nada es cierto.
y aun en este desierto de galaxias y supernovas de enanas rojas y agujeros negros
aun con eviterno crono embalsado de silencio, olvido y materia oscura, no dejo de pensarla de despojarme de todo y a ella huir, de sentirme sentado en el vacío donde jamas e estado. Donde levita el idilio puro. Sea en la mente o en el corazón del alma.
El alba roza las rozas rosadas que la faz ofrende, al impaciente humano que su entropía traza
El brillo blanco al grillo esconde, el gallo aulla el Cejo bulle y concluye la ágil fragilidad efímera del añil en mil trozos claros sucumbidos a la noche sola soleada de soledad donde olas de odas cual anáfora te rigen. Bajo el rigemen lucido del polvo acrilico. Que delira tiras de liras avocadas a ti.