poetalrqa

Su felicidad.

… y así llegó el día en que él empezaba a escribir, a componer, a desvelarse mientras en su mente navegan un sin número de momentos provocados por las ganas de hacerla feliz. Momentos que se complementaban con un sol cayendo entre la línea que separa al mar del cielo, o ese mismo cielo oscuro en la noche, acompañado de una luna que siempre le hablaba de ella y de unas estrellas que preferían no salir porque su sonrisa opacaba su brillo. Empezaba a quererla de a poco y aquello quedaba demostrado en lo complicado que le resultaba tratar de pensar en algo o alguien más, sabía que ya no era libre, había caído en el misterio profundo de su mirada, en la curiosidad infinita de conocer su ser, en las ansias de querer desnudar su alma poco a poco mientras el tiempo era juez y testigo de lo que él haría para enamorarla.