rosamaritza

SÙBITO ADIÒS

 

 

Bastan solo 10 segundos y el conteo inicia el final. Los primeros rayos de luz anuncian un nuevo día.  La gran maquinaria en progreso mueve un mundo que no se detiene ante nada. Entre grandes avances logrados por la raza humana, no todo es en pro de la conservación de la especie.  Ensayos van y vienen entre bombas atómicas, “¡por si acaso tu, o por si acaso yo!, ¡a ver quien lanza primero!  ¿Cuánta indolencia es capaz de sentir un ser humano?.   Difícil respuesta, para quien cree tener todas las respuestas para eliminar el planeta, no siente ni padece, y cual robot inhumano en maquina se convierte. Entre tanto la vida sigue entre seres humanos.  – “Vamos, todos a levantarse que se nos hace tarde, yo preparo el desayuno, amor, tu te encargas de llevar y  buscar a los niños al cole, tengo guardia a primera hora en el hospital, nos vemos esta noche”.   En otro apartamento un joven  prepara las maletas para un largo viaje, en busca de un futuro mejor para su familia que empieza a crecer. –“Cuídate mucho amor, y regresa pronto a conocer nuestro hijo que esta por nacer.  Entre tanto los obreros en las fábricas en pleno apogeo de la gran producción, tocan la campana es la hora de almorzar, algunos se quedan en la fabrica y destapan sus viandas, mientras otros cambian de guardia.   En los colegios ya iniciaron actividades, y para comenzar el año, en el salón del teatro presentan una obra dedicada a la paz en el mundo, dirigida por educadores y alumnos, entre el llanto de los mas chicos que asisten por primera vez al colegio, y se resisten si no están papá y mamá, la maestra los consuela y promete que se divertirán.  En otro lugar una madre organiza el hogar, entre el desorden de las camas de los niños, los juguetes y la ropa regada por doquier, a la vez prepara el menú del día, escucha a su vecina gritar. “-Vecina, vecina, que bellas las plantas en el balcón, regálame un hijo de aquella me gustan las flores que brotan”.  Y comienzan la tertulia acostumbrada de cuatro balcones entre el piso 2 y 3, una verdadera charla y de repente una grita.  –“Vecina esta tarde tomaremos el té, me esta llegando un olor a quemado, y todas ríen y van a ver lo que cada una esta cocinando en el horno.   –“Mientras tanto a orillas del mar y entre las rocas de un malecón,  a la vista de un mar totalmente en calma, un pescador en completa soledad, y en el más profundo silencio espera paciente que el próximo pez muerda la carnada, y ante la mayor sorpresa sus ojos no pueden creer lo que ven, en la playa, donde rompen las olas del mar, dejando la estela de una espuma blanca como la nieve, poco a poco la playa comienza a retroceder, en inminente retirada de sus aguas, desnuda la arena ante el aleteo desesperado de algunos peces que siguen la corriente sumergiéndose nuevamente,  y otros con menos suerte sucumben sin lograr sobrevivir, de improviso una gran ola en regreso retoma su espacio y mucho mas, arrastrando todo a su paso.  Simultáneamente en la ciudad un movimiento telúrico derriba grandes gigantes de cemento.  Todo es confusión,  bastaron solo 10 segundos para un súbito adiós. ///

 

Y la vida continúa…