MAXIMILIANO CARVALLO LASSALLETTE

LA CONDENA

Inútil el deseo de amar, sin ser amado

e hipócrita el aferrarse a una mera ilusión

pues con tu ausencia mi corazón se ha cerrado

dejando viva la cicatriz con una condenación.

 

Mi alma yace muerta con tu despedida

y busco en los recuerdos la resurrección

pero sin embargo, lo que parece darme vida

me destruye, y continúa su obra sin razón.

 

Siento tu presencia aunque estés ausente

hasta escucho las promesas de tu ingrato amor

pero hoy me doy cuenta que tu corazón miente

al encontrar aquella carta que produce mi rencor.

 

Relataste a puño firme tan sublime desengaño

y el falso juramento de un deslumbrado amor

jamás pensaste que podrías hacerme daño

¡Perversa y egoísta! y culpable del dolor.

 

Ahora mi llanto transita sentenciosamente

y junto a él mi alma, corazón y obsesión

y sin miedo dejo caer mi cuerpo y mente

al abismo eterno, al pozo de depresión.