Leonardo Demian

¡qué clase de arlequín!

¡qué clase de arlequín! cambias tu máscara y tu nombre;

encantas, sonríes, juegas y te quisiera de cabeza.

Cambias tanto que, cuando puedo pensar,

me confundo pensando si eres amor o solo dolor.

Vienes a veces o, más bien, a veces te veo venir

o, aún más, a veces quiero que vengas.

Hace tiempo te extrañaba,

hace tiempo quería decirte que te agradecía,

hace tiempo que no te veía,

ahora debo decirte que te extrañaré de nuevo.