Jonathan Acosta

Amo de tí.

Amo tus ojos, si, ojos que dan tranquilidad a la más violenta realidad que me rodea, amo como la luna se refleja en ellos y me llevan a un espacio sin tiempo, sin prisas, sin angustias.

 

Amo tus cabellos, que como seda se deslizan entre mis dedos, que arropan mis sueños e ilusiones.

 

Amo tu boca, nacimiento del más puro manantial, calmar mi sed en ella anhelo a diario, humedecer mi espíritu y aliviar mis ansias de vida, refugio de mi amor por ti.

 

Amo tus pechos, cálidos y llenos de vida, perdición de naciones, indomables y frágiles.

 

Amo tu cintura, la razón de mi locura, con sus curvas que distorsionan cualquier realidad, donde quiero dormir hasta morir.

 

Amo tu ser, tu furia, tu calor y dulzura, amo tu rebeldía, tu madurez e inmadurez, amo cuando eres mujer y cuando eres niña, amo tus mimos, tus caprichos, tu forma de amar, amo todo lo que eres y de lo que de ti me das, te amo como nunca he amado.

 

Te amo como el desierto ama la primera gota de una tempestad y como el mar ama en el horizonte a la luna que nace cuando la noche cae, te amo como un loco ama la rosa que deshojara.