Me tomas las manos 
 -y el alma-
 soy tuya tormenta, 
 también siendo calma
 hago intentos vanos 
 -y enredos-
 aun así me exentas 
 de todos los miedos.
 Me besas despacio 
 -muy lento-
 como si quedase 
 tan solo el momento
 invades mi espacio, 
 yo te lo permito
 si a ti me aferrase…
 ¿sería un delito?
 Eres viento intenso 
 tras de mis cabellos
 y un poema extenso 
 de versos aquellos
 eres tanto y nada, 
 por siempre y jamás
 eres la mirada 
 por que vuelvo atrás.
 Son letras marcadas
 quizá algo trilladas:
 hoy te quiero más.