Enrique del Nilo

PERNOCTANDO

 

 

 

Tosco

fue mi destino

por el camino

de la invocación

 

Solo,

solo de vientos

y de tormentos

iba el clamor

 

Seca

iba la lengua

añorando aunque sea una lágrima

pa sofocar

el cruento fuego

del interior

 

Muros

de silencio e indiferencia

que resguardan la ignorancia

y la basura de no pensar

 

Arisco

el lobo herido

muestra los dientes

a la hojarasca

que suena la pasar

 

Y yo aquí

en la misma esquina

viendo la rutina

del diario vivir

mientras apuro

un vaso lleno

de soledad

para regurgitar

versos perversos

sin claridad

 

Lejos

quedan pañuelos

que me juraron

ser mi mortaja

y mi consolar

la brisa de las mentiras

los arrollaron

y no los vi más