Edmundo Onofre

POBRES CUERPOS

POBRES CUERPOS


Y aterrados, atados a lo invisible,
embriagados en alcohol de ambición
están los cuerpos.
No se les conoce identidad
al no llevar letras tatuadas bajo su frente,
sólo insignias adornan su piel.
Fragilidad de carne,
debilidad de sus huesos
que han perdido voluntad,
no encontrando el verdadero camino: la luz.
Tropiezos por ceguera artificial
les obligan a beber frustraciones;
espacios limitados perciben,
lugares estrechos les impiden desarrollarse,
crecer... ni tocar cimas inteligentes
o rozar, al menos,
manantiales de sentido común.
Aquí, fijos, sin moverse están.
Masas de carne desprotegidas,
amorfas, anónimas,
ni vestidas de iniciativa
menos de principios.
Pobres cuerpos,
si anduvieran solos
y dispuestos a crear oraciones
se salvarían de tantas limitaciones,
colmándose de felicidad.
Pobres cuerpos,
marchan equivocados en multitud.