rosablanca27

No llamaré a clemencia por deber

A ti, solo a ti debo la buena vida y el dulce fruto de la espera.

Inmensidad brota de mi piel, es la lenta caricia como sueño de realidades.

 

A ti debo el orden; escritorio vacío, páginas revividas.

Clemencia, no te pediré si entre mías tus manos agotan la inexorable capa de dolor,

marchita como honesta por si grácil tacto despierta mi herejía.

 

A ti debo mi sed, mis ganas, regocijo de evocarte, distinta soledad en mis sábanas.

Pasa una brisa que hiela seres intocables, espía sacude la sombra de esta palpitante alma.

¿Donde están tus manos ahora, no se sienten, no te siento distante?

 

Y esa sombra era dicha por pasado. Puedo verla, tu sonrisa.

Y esa sombra retrocede al instante