Ervey

Como siempre de permisos...

Como siempre llegaste anunciandote

con la despedida y las lagrimas de cocodrilo, cocodrilo

como siempre llegaste con la ternura de frente 

enseñando los dientes, taladrando con los brazos y así sin mas

quisiste que te quisiera en una tarde

lo que bien nos querríamos en un futuro de ausencia.

 

Bien sabes las despedidas no siempre son tan malas

aunque a todas les venga acompañado el vetusto amor de la soledad,

por lo pronto se de ante mano (cosa que no es novedad, porque me lo enseñas bien)

te vas dejando la imagen que traza los recuerdos uno tras otro

velozmente, gentilmente y con una gracia casi gracia

usted lo sabe, su persona es palpable

aun y en su ausencia

en fin yo le quiero lo sabe, usted me ama lo sabe

y mi egopatia no adquiere ningun sentido

me doy permiso para quererle desde lejos,

le doy permiso

para amarnos desde siempre.