Raiza N. Jiménez E.

TU LLEGADA.-

 

Hoy al despuntar la luz matinal 
sentí el flechazo de tu ausencia.
No me ocupa un asunto trivial
es la alegría de tu anhelada presencia.
Es poco el atisbo de esperanza que me das,
pero cuando escucho el sonido de unos pasos,
¿Cómo no pensar si vendrás o no vendrás? 
¡Es que han sido tantos contigo, los fracasos!

Ahora, todo el entorno es más brillante,
escucho el sutil murmullo de tu voz.
Es el latir de mi corazón agonizante
que me habla de ese adiós precoz.
Rigurosos y firmes oigo tus pasos. 
¡Ellos ya se han hecho inconfundibles! 
De tu andar con mi pluma hago trazos
que sigo porque ante mi, eres posible.

¿Cómo no saber quién eres tú mi amor?
¡Si vas dejando a tu paso una estela! 
Son de las flores y las rosas el olor 
y mi pasión trajeada de todo te cela.
Es por el amor que haz de ofrendar al Señor.

¡Tú llegada es honrosa,
porque la adorna una rosa!

 

Raiza N. Jiménez/2017