Una dos o tres Mil lágrimas cayeron 
aquí nacieron en mis ojos resbalón 
por mis mejillas regaron mis penas 
y quizás también las tuyas y todo 
parecía que te despedías te marchabas
de mi vida y te morías para siempre
Pregunté a mis ojos porque lloraban 
me contestaron que de dolor pero no 
eran ellos que lloraban era mi Corazón
Que gritaba se quejaba que ya no latía 
que su Amor se marchó dejando una 
carta escrita con unas letras heladas 
envueltas en escarcha totalmente frías
Lejanas extrañas donde parecía que nada
había ocurrido que frío que delirio que desatino 
que asesino dejarte mal herida y sentirse 
perdida huérfana de besos y abrazos prometidos 
quizás el Destino quiso pero que desatino matar 
aún Amor recién nacido
Mael