Wellington Rigortmortiz

* El Ángel Caído VI (el final de la saga; los seis ángeles redimidos)

 

 

Permíteme mirarte

fijamente a los ojos

y sostenme la mirada,

si eres todo cuanto dices

no balbucearas

al comunicarte con mi ser,

no se nublará tu mirada

y las lágrimas serán

más que suficientes

para saber

que aun puedo

hacer algo por ti,

mi misión

ata de pies y manos

todos mis propósitos,

he sacrificado mucho

por tu vida y tu alma,

si tan solo

pudieses entenderme,

si tan solo

me permitieras ser visible

a los ojos de tu ser

tan clarividentes

y ciegos a la vez,

si tan solo,

pudieses salvarme,

mi fortaleza

depende de la tuya,

mi existencia,

mi permanencia a tu lado

dependen de ti,

si fracaso…

espero me acompañes

a caminar por siempre

en este infierno

curando mí esencia ánglica

y mis alas,

inservibles objetos

serán nada más, adorno

cruel de mi espalda

que siempre me recordaran

lo que fui y dejé de ser

por enamorarme de ti

y amarte como un incubo,

la herejía,

la parodia de mi ser.

 

*

Ha aparecido aquel ángel

por el cual el mío

siente temor y amor,

amor subliminal,

amor espiritual,

amor carnal, sus alas

rozan y rasgan la piel,

sangro levemente

al igual que un unicornio

cuando cae en llanto,

solo puedo

mirarla fijamente

y sus ojos

reflejan la claridad,

la luz que oculta

el abismo de los sentimientos;

han puesto a prueba

mi lealtad, en la tierra

no podré volar jamás,

soy presa de un triste destino,

un ángel caído de dios,

soy un espectro,

un alma en pena,

el amor y el dolor

son caricias dentro de mí ser

que tu corazón negro

nunca comprenderá,

soy la voz de tu conciencia,

esa es tu sentencia,

como yo

hay muchos más

aquí, en estas ruinas,

las ruinas del edén!;

 

*

En mi más

temerosa soledad,

el silencio y el dolor,

ya, no me abrazan como antes;

un ángel

que, sin el don de volar,

en este mundo,

aprendió a amar;

cuán lejos está el edén

del cual fue desterrado,

el cielo llora por él,

y lava sus heridas,

dios, perdóname!

por haber amado!,

cuando mi misión era

solo la de proteger,

aprender

a querer volar, solo,

sin tener alas,

cuan descabellado es!,

pero quienes las poseen

solo flotan

en una atmósfera inflamable,

yo, me quedo en tierra firme

aun con la esperanza de ser

libre y vivir feliz;

 

*

El perdón,

es la espada que utilizare

para bendecir

con la señal de la cruz

a quienes me den

el beso de la muerte,

está prohibido llorar por nada,

está prohibido recordar

y aclamar estúpidamente

al dolor de los recuerdos,

hermosos querubines

anquilosados todos,

en nombre de dios

ahora, yo te cuido…

un ángel

con un nuevo cuerpo soy,

un ángel con nombre,

un ángel

al cual podrás reconocer

y ver, solo cuando tengas

tu propia

metamorfosis de vida,

sin haber sido jamás

alguien como yo

antes, ni después, tu…

solo eres un ser humano,

necesitas también

sufrir y aprender;

 

*

Inocente descendí

a cuidar la vida

de un tierno mortal

a quien en el edén

se me prohibió conocer,

seré esclavo de su alma

de su cuerpo y sentimientos,

dejando atrás toda mi existencia,

en las ruinas del edén estoy,

tanto que perder

y poco por que luchar,

mi libertad

será mi única recompensa,

es la epigénesis furtiva

que tendré cada día,

el apocalipsis

de mis sentimientos,

de mi inocencia

y tal vez de mi fe,

mientras seas inocente

no sufriré, ni conoceré el dolor,

esta atmósfera inflamable

y acida de maldad

destruyo las plumas de mis alas,

las pocas que tengo

son la salvación para las tuyas

y para mi esencia seráfica,

de tus acciones depende mi vida

y nuestra libertad,

mientras seas inocente

no sufriré, ni conoceré el dolor…;

 

*

El temor al castigo divino

me vuelve vulnerable

ante toda creación,

en el mismo instante

que adquirí la conciencia

me volví un ignorante,

en el mismo instante

que perdí la inocencia

me volví un ser erróneo,

un pecador sin nombre,

un ser muy elemental,

muy básico,

quisiera hoy reconciliarme

con todo cuanto me rodea,

sentir que no pertenezco,

ni que jamás pertenecí

a este sitio,

porque no lo entiendo…

y siento, que solo vivo

al antojo

despiadado de un dios,

quisiera arrojarme

en los abismos de las dudas

retando al temor,

sentir que poseo alas

y, que sin tener

la razón a todo o nada

pueda vencer con mi verdad

a la cruel realidad

que se tatúa en mi alma,

cercenarle la lengua

a la serpiente de la mentira,

estrangular…

a todas las promesas

que efímeras alienaron

la esencia de mi complemento,

de mi equilibrio,

aquella compañera furtiva

que me fue cedida al azar

por el destino

para que me dé cuenta

que son

tan reales como mis alegrías

o mis tristezas,

para que me dé cuenta

que no soy inmortal

y que nada es para siempre

en este mundo tan superficial,

que dios no es el responsable

de mi vida,

solo de otorgármela,

para que me dé cuenta

que soy solo un ente

perdido entre la bondad,

la maldad y el pecado

con la necesidad exquisita

de llegar a ser un ángel.

 

Si alguna vez,

vas a incrustarme

una espada

que atraviese mi pecho

destrozando mi corazón

e hiriendo de muerte mi alma,

que no sea por la espalda,

que sea con todo el amor

y la verdad

que tenga la tuya, mirándome

fijamente a los ojos.

 

*Anexo

 

El Ángel de la Muerte

 

Maldita bruja del amor

como desuellas

y jugueteas

con mis entrañas,

como roes a mi alma

mientras la fornicas,

te meneas y retuerces

mi mediocre ser

convexo a tus deseos,

en ese infierno

tan exquisito

se calcina mi ser,

amante furtiva

cuan hilarantes

son tus sentimientos

hacia mi

que para saciar

mi apetito por vivir

yo debo asesinar

infantes deformes

y beber su sangre

para alimentar mi inocencia,

cuan cruel eres,

tu poder me enamora

esquizofrénica

y desquiciadamente

mientras muero

lentamente atrapado

entre tus piernas.

 

/Mil disculpas estuve ausente por motivos profesionales, pero siempre existira un tiempo para la inspiración y seguir plasmando en pesia/