Eduardo Antonio Taborda

LA VENTANA DETRÁS DE LO QUE FUE

 

Fueron tan intensos tus besos
que sus lagrimas cuando derramadas
fueron de alegría, en el compas del atardecer:
tersas tus manos que le tocaron
tersas tus manos que hondamente sintió
alma agitada por los vientos
la escalera para la cima
y el cielo;

¿cuánto cuesta mitigar la pena?…
la pena del desamor
infortunio de tus besos
ahogados en la nada
de la desesperanza,
es sincero el sentimiento
cuando le dijo:
-Lo siento;

Ventana detrás de lo que fue...
un remolino de deseos reprimidos
la cruz del calvario en la frente,
el clamor de las aves por alzar el vuelo
rumbo al espacio llano
donde los pétalos de las rosas
se esparcen fuera de la puerta…
la puerta del olvido;

y en los lamentos tuyos los besos
besos que por ajenos fueron pecado
tortura de los amantes en el vuelco…
vuelco de lo impreciso,
como el lápiz sin puntilla y la hoja…
la hoja sin líneas donde no poder
escribir los versos mudos
como oportuno tu nombre en su voz:
torrente de caricias en la primavera…
esa que se asomó después del frio del invierno
donde ambos fueron…
estacas a sus propios corazones;

muere el silencio detrás de la ventana,
llamasen en suerte de querer…
querer amar en la prudencia
de los besos permitidos,
angustia de lo que fueron…
fueron sus pasos:
inmóviles como la hoja del árbol…
hoja que no se mueve
no hay brisa para apaciguar
sacudidas de caricias,
el velo blanco y el agua fresca
para calmar la sed,
no hay más tiempo
se acabaron las palabras
monosílabo del amor
eternamente – Si-

Eduardo Antonio Taborda
12/09/2017