andrea barbaranelli

Alba

Este mundo que nace: tu mirada.

Tus ojos por primera vez abiertos

y yo en tus ojos, en tu luz, despierto.

Luz muda el cielo escucha tu alborada.

Vuelos. Agua. Silencio. Sólo brilla

en gris lluvia tu voz, y casi roza

la futura fragancia de la rosa,

carne, vértigo, abismo sin orillas.

De esta arriesgada arista que recorta

los límites del tiempo, muerte y vida,

borra la sombra la palabra herida

por tu luz, por tu cielo alto. ¿Qué importa

tu sesgada presencia? Eres la pura

transparencia del fruto que madura.