El Cid Campeador

Desierto en tus manos

 

 

Amargos,

Recibe estos besos amargos de quien ha estado esperando.

Recíbelos como a soldados que vuelven de la guerra 

y se esparcen uno a uno en el mapa de tu piel.

Hay un desierto que se abre y se cierra de esperar, amada,

y que sabe que no me puedo detener otra vez.

Se me iban secando los ojos,

el desierto es infinito, no se fatiga,

absurdo.

Eres tú, todavía te distingo

te traigo un follaje de besos amargos, 

Amargos,

Escríbelos todos para que el viento no los desgaje

en el ruido que es esta polvareda.