Eduardo Antonio Taborda

TIEMPOS ENTRELAZADOS

 

 Los tiempos se entrelazan

entre pasado y presente

y una sombra

 parece trepar…

trepar  entre los finos hilos

gemidos,

 

las almas en trasluz arañando un futuro distante

un candado abierto por las llaves del olvido

y un suspiro en los lamentos de no decir nada

el silbido del viento;

 

¿ Qué canta, qué llora, que sufre en el no ser?

 

Se voltea en la cama

con su poca ropa color roja

el frio congela sus huesos,

la frazada mese los sueños inquietos;

 

bucólicos parajes de primavera

el tierno mecer de mares,

estación de estaciones

y la vida exaltada en los suspiros:

 

despiertos, tranquilos, fugaces

como la estrella del océano

cristal de sal

punta de diamante.

 

¿En los humedales de tus sueños encierras secretos?

 

No vive por despierto en el futuro

el sol acaricia su mejilla

su calor lo transporta a los desiertos…

desiertos de miradas ingenuas:

inocentes, taciturnas, frágiles.

 

Que cante la lluvia en el candor de los brazos

rumiando la ternura de los besos

arcoíris de esperanza azul océano

y las tizas coloreando los recuerdos

de días felices;

 

se acercan el carbón y las hojas en blanco

al despertar en la mañana…

mañana de refugio gris:

como el plomo

como la centella que se deja ver;

 

y más allá la nada

más allá él sin ti en el caer su cuerpo

en la grama fresca

del jardín del palacio;

 

que florezca el silencio

en el bullicio de la gente que va y viene

y la luz verde del semáforo

la calle repleta de gente;

 

¡ gente, gente, gente ¡

 

Sol que luz despiertas consciencias eternas

en cuerpos creídos de olvido

y el todo es tan poco

para detenerse en el no amar;

 

mundo brilla color oliva

entre pecho y espalda de los aceitunos,

son tan dulces los besos

eternidad de mares

que sin vuestra presencia

secos están.

 

Eduardo Antonio Taborda

09/09/2017