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REFLEXIONES II

    Si las personas solemos arreglar nuestro cabello a diario,¿por qué no hacemos lo mismo con el corazón?. Es conveniente, alentar lo que se desea, e ir donde se quiera -si es posible o viable-, intentemos dejar de volar entre nubes doradas y etéreas, procuremos alimentarnos de nuestras dulces vivencias.   La senda de los justos, es como la luz de la aurora. ella va en aumento hasta que el día se torna perfecto. Debemos soñar despierto, viviendo nuestras ilusiones, mientras llega esa persona anhelada, que te diga todo aquello que estás deseoso oír.