Alvaro Maestre

Tu Equivocación

Hoy quizás reconozcas que te equivocaste un día

y sientas tu desacierto en plena melancolía.

 

Talvez asumas la culpa de hundir en el olvido

a quien ahora piensas debiste haber escogido.

 

No son tus días mejores a lo que me he enterado

que a quien sí aceptaste te usó y te ha traicionado.

 

Lloras y te lamentas, publican tus amigos y cierta gente,

entre ellas algunas te advirtieron, y… dudaste de cada fuente.

 

Pudiera acusarme también y decir fue culpa mía,

no debí dejar al patán, llegar, conociendo lo que hacía.

 

Solo que… una dama que bien se cuida sabe reconocer

después de observar con detenimiento a quien debe escoger.

 

Tu escogiste el encantador galán que tanto y tanto te engañaba

con palabras y con gestos con que invirtió y ganaba.

 

Acostumbrado como siempre, su labia y don de conquistador certero

te prometió el paraíso, resobrada vida, lujos y mucho dinero.

 

Y en un tiempo que pasó rápido, sin conteo, se hizo evidente

tu entrega… y en dos meses, la traición, te la pasó por el frente.

 

No juzgo ni juzgaré y es realidad nadie lo haga,

en juegos donde se advierte todo el que se arriesga paga.

 

Pronto pasará la historia, la página, el sufrimiento, el dolor;

te recordarán que al escoger, decidiste… y perdiste un gran amor;

 

un gran amor que rechazaste, que para ti no servía

y hoy… quizás reconozcas… que te equivocaste un día…

 

A.Maestre