Araceli Vellber

40.

Y las nubes siempre están en su sitio,

los besos cambian de almohada y de sueños

y los adioses, son extraños cuando el corazón se mueve

y cuando se para, es un momento de suspenso

un juego de niños, entre hambre y algo de misterio

y un hola, es decir empezamos el día

un adiós, lo hemos terminado

y el café sigue caliente

y las manos siguen pensando que todavía queda día

todavía hay abrazos

nos quedan manos,

nos queda el tu y yo, suspendido en la nubes

nos queda algo de hambre

y un cuerpo hambriento muerde…..

una flor desciende…..

una nube me recuerda aquel sueño….

y ahí está mi amigo Pedro, que me dice vuelve

y le digo que volver es tiempo….

y tiempo es todo, en ocasiones nada,

y septiembre sigue siendo como marzo,

comiéndome las entrañas, volando….. hasta algún carmín de color malva….

y la malva es mi barrio, de niño dos balones,

pocas zapatillas y muchas ganas…

y las nubes siempre están en su sitio, y yo descifro sueños en el cielo…..