Lucy Shines

ADICTO AL VIDEO-JUEGO- (Relato- Tema de la semana-)

Él comenzó jugando para salir de la soledad y del aburrimiento- Recién a sus 12 años, cuando le regalaron esa computadora tan especial, descubrió toda la variedad que había en ese mundo virtual  tan apasionante, hasta que se entusiasmó con un juego en particular, en el cual había que tirar y matar, a muchos, y había que derribar a todos los que lo atacaban-

Este juego, y a veces alguno que otro más, ocupaba cada vez más su tiempo y  ya no lograba estudiar, ni jugar a la pelota, ni salir, y apenas comía algo cuando su mamá ya no podía resistir y le traía alguna vianda al dormitorio- Así, se quedaba hasta altas horas de la noche y por las mañanas, aunque ella lo llamaba e insistía para que se levantara de la cama, él ya no podía hacerlo, y así no fue más a la escuela-

La diversión era tal, que un día ya no pudo abandonarla- Y pasaron las horas y se hizo de noche, y él continuaba firme en la computadora, hasta que el sueño lo venció- De pronto escuchó un fuerte ruido y los atacantes, los mismos que habitaban los juegos, invadieron la casa, y corrió a defender a su mamá, a quien amaba tanto y a quien quiso mantener fuera de todo peligro- En ese momento, vio que alguien se abalanzaba sobre la cama en la cual ella descansaba  y él, en un rápido movimiento, pudo asir al invasor del cuello- Sorprendido,  y cuando su presa ya se estaba quedando sin respiración, se dio cuenta que era una mujer, quien así logró zafar en un instante de sus manos y dar un fuerte grito- En ese momento, su hermano mayor, que dormía en la habitación contigua, escuchó el alarido, y acudiendo en auxilio de la asustada mujer, tiró de un golpe al adolescente hacia atrás, quien se desplomó en el piso-

Recién entonces, Darío se dio cuenta que a quien él estaba estrangulando era a su propia madre y que esos atacantes sólo existían en sus juegos y cobraban vida en su imaginación- Y así permaneció tendido en el suelo y lloró, lloró y lloró-

(Sargento Luciérnaga brillante- Cuartel)

 

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