rosamaritza

UNA MENTE AVENTURADA (parte 3)

 

Un taconeo incesante retumba entre las sombras,  el brillo de un traje ceñido al cuerpo resalta la silueta sensual de una mujer que avanza con gran rapidez, su escote pronunciado deja al descubierto la mitad de la espalda, y  entre la caída de una hermosa cabellera, cubre ligeramente la desnudes de sus hombros. Entre tanto otros pasos apenas perceptibles le siguen sigilosamente, ignorando aquella presencia que se mantiene a distancia finalmente Lalà llega al club privado.   La bebida y el humo de los cigarrillos están por doquier, los clientes esperan ansiosos el número de las bailarinas exóticas.  Una joven pasa desapercibida mientras toma asiento en la barra, y espera algo nerviosa la presentación del acto que hace famoso al lugar.  A la media noche las bailarinas inician el número de striper, y la chica sentada en la barra no puede salir del asombro al descubrir que su hermana baila semidesnuda en aquel lugar.  Se retira en silencio y en la habitación de aquella vecindad, lloro ante la decepción que sintió al ver a su hermana convertida en una extraña, y en un instante pasaron antes sus ojos tantos juegos compartidos en la infancia, e imagino que sería si alguna vez sus padres se enteraban de aquella situación.   A la mañana siguiente en silencio, las dos hermanas toman un café antes de irse a trabajar.  “-Lucy, ¿me puedes decir que es lo que te pasa?, evitas mirarme a los ojos y ni siquiera me hablas.  –“Lalà, quizás no sea yo la que tenga algo que decir, y disculpa se me hace tarde, si quieres hablar será a mi regreso”.  Lalà no logra entender la actitud de Lucy, decide irse a las oficinas del diario sin pensar en nada más.  Se queda estupefacta al ver uno de los encabezados del diario del día siguiente, en la que su foto aparece entre varias jóvenes que bailan semi-desnudas en un famoso club nocturno, algunos compañeros de oficina le felicitan mientras otras no le hablan mas.  Llega como de costumbre a la habitación luego de un día de trabajo bastante ocupado, y por otro lado impactante ante aquellas fotos que la delatan, se pregunta en que momento ella autorizo al club a exhibir fotografías en la que ella aparece expuesta a cualquier crítica de aquel que lo lea. Sin duda no leyó bien el contrato que firmaba y hoy la compromete ante una sociedad implacable, en donde curiosamente se esconden para hacer el amor, mientras en público declaran la guerra.  Llega Lucy y por primera vez percibe en la mirada de su hermana el frente de un enemigo…

 

Y la vida continúa …